Apple y los límites de la privacidad
¿A quién pertenecen las imágenes que almacenamos en nuestro teléfono móvil? ¿Quién es el legítimo propietario de los documentos que escribimos o de los vídeos que grabamos con nuestro terminal? Hace tan solo unos años, este tipo de preguntas no tendrían ningún sentido.